- 1 lubina de 1 kilo o 2 lubinas de ración
- 2 kg de sal gorda (en el supermercado existen paquetes de sal aromatizados preparados para preparar pescados a la sal).
Cuando vayáis a la pescadería, decirle al pescadero que es para preparar lubina a la sal, pero que os limpie el interior. Hará dos pequeños cortes y por ahí sacará el interior de la lubina, dejándola limpia y preparada para prepararla a la sal.
Colocamos un kilo de sal en la fuente refractaria y disponemos encima la lubina terminándola de cubrir con el otro kilo de sal. Cocemos en el horno a 220º C durante aproximadamente 50 minutos o hasta que veas que la sal se ha endurecido y se rompa.
Una vez cocinado, es importante no dejar nunca que el pescado se enfríe dentro de la costra, ya que la carne se secaría y quedaría muy salada. Lo mejor es una vez que la has sacado del horno, disponerla en la mesa y romper la costra. Entonces con la ayuda de una cuchara, retira la cabeza y la piel de la lubina, separa los filetes y condiméntalos con aceite y unas gotas de limón.
Consejos:
- No descames el pescado cuando vayas a cocinarlo a la sal, ya que las escamas protegen la carne de la alta temperatura y así no se seca tanto.
- Es importante utilizar la cantidad exacta de sal, la regla es 2 kilos de sal gruesa por cada kilo de pescado. Hay quien además aromatiza la sal con hierbas, esta también es una idea genial.
- Otro truco es rociar la sal con unas gotas de agua y presionarla con las manos contra la lubina, pero si además pretendes una costra más dura, entonces añade una clara de huevo a la sal y verás el resultado.
- Otro truco más, no abras el horno durante la cocción, ya que mantener la temperatura constante es importante.
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